En algunas ocasiones no es nada más que una puerta muy delgada lo que separa a los niños de lo que nosotros llamamos mundo real y un poco de viento puede abrirlaStefan Zweig
En algunas ocasiones no es nada más que una puerta muy delgada lo que separa a los niños de lo que nosotros llamamos mundo real y un poco de viento puede abrirlaStefan Zweig