No hay alma por poco noble que sea que permanezca tan aferrada a los objetos de los sentidos que, a veces, o se aparte de ellos para desear un bien mayorRené Descartes
No hay alma por poco noble que sea que permanezca tan aferrada a los objetos de los sentidos que, a veces, o se aparte de ellos para desear un bien mayorRené Descartes