El cemento armado es una musa honesta y útil y quizá en manos de un arquitecto genial sería admirable. Pero cuando se desmanda y se siente atrevida, como una cocinera lanzada a cupletista, hace tales horrores que habría que sujetarla y llevarla a la cárcel
La historia es siempre una fantasía sin base científica y cuando se pretende levantar un tinglado invulnerable y colocar sobre él una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se venga a abajo toda la armazón histórica