Cuando uno se halla habituado a una dulce monotonía ya nunca, ni por una sola vez, apetece ningún género de distracciones con el fin de no llegar a descubrir que se aburre todos los días
Madame de Stael

Frase como imagen

Cuando uno se halla habituado a una dulce monotonía ya nunca, ni por una sola vez, apetece ningún género de distracciones con el fin de no llegar a descubrir que se aburre todos los días